Lágrimas de aquel día, del juicio final.

Dentro de las tinieblas se encuentran en armonía la desesperación y el futuro. La luz de la luna revela la tristeza, iluminándola fijamente.Un carruaje de ilusión, divide las tinieblas. Una trampa llamada sueño nos atrae hacia las llamas.A los dioses despiadados arriba de los cielos, ningún clamor los puede alcanzar.Nos volveremos leña, que arderá plenamente. Ardamos algún día hasta extinguir el cielo.Lágrimas aquí nacen y caen, al ensangrentado mundo que quiero amar sin temer,en la mancillada tierra.No es solo perdonar, sino perdonar y creer, contando los días de lágrimas.

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