Viaje de Egresados

Mucha gente piensa desde que termina la primaria en el viaje de egresados de quinto año, el típico Bariloche, al cual al principio no le das mucha bola, pero mientras los años van pasando más importante se hace. Ahora en cuarto año, el tiempo en el que se toman infinitas decisiones, toca hablar (y discutir) sobre este tema.
Desde finales de tercero que con mis amigas venimos planeando otro viaje aparte de Bariloche, osea:

  • A mi no me gusta el frio
  • Ya conozco Bariloche
  • Me gustaria poder viajar con mis amigas a otro lugar

Era tan simple como eso, pero obviamente no safamos de las personas que nos hacían la contra, de los padres que nos hacian la contra y muchas otras más adversidades como el dinero, por ej.
Claro que también tuvimos aliados:

  • La cantidad de gente en el curso que quería ir a Brasil
  • Algunos profesores (en especial el de Geografía)
  • El obvio disparate del precio (Bariloche cuesta sólo un poco menos que Brasil, sin importar que estamos en nuestro propio país).

Pero como los que ponen la plata son nuestros progenitores, el ganador fue otro. Ahí es cuando empezaron a rondar dentro (y fuera) de mí muchas preguntas que no encontraban solución.Hasta que llegué a esta conclusión:

  • Las razones del primer punto para no ir.
  • Si no me llevo bien con gente que esta en mi mismo curso, no la voy a pasar bien en diez dias como por arte de magia,
  • Siento que si hago un viaje aparte con mis amigas de verdad, la voy a pasar mejor.
  • No es como cuando teniamos 12 y 13 años que teníamos mínimas diferencias con los demás, absolutamente superables. (además de que no había golpes)
  • Puedo aprovechar mi dinero de otra forma. (mejor claro) 

     Fue entonces que como caída del cielo llegó una propuesta de una de mis mejores amigas, que nos proponía a nuestro grupo de cinco personas (contándola a ella) viajar en invierno del 2012 a su casa en Florida- Estados Unidos (porque se va a mudar ahí en Julio de este año) y usar esa semana que nos quedamos en su casa, como el viaje de egresados. Si bien dos de nosotras podemos reemplazar el viaje original por este, hay otras dos que van a querer hacer ambos. Pero sea lo que sea, doy gracias a Dios por cómo se van dando las cosas.

    El precio de la felicidad

    Siempre se ha dicho que la vida va y viene alrededor de un punto muerto.
    Tomas lo bueno y lo malo. Asi como debes tomar lo malo con lo bueno.
    Al experimentar cierta cantidad de felicidad debes experimentar como pago la misma cantidad de infelicidad.
    La idea es que hay que tolerar los malos momentos para poder disfrutar de los buenos.
    El dar por hecho que los buenos tiempos llegarán sólo porque has tenido malos momentos, no es simple optimismo.
    En otras palabras, tomar el camino más alto, una vista más alta, requiere un valle más profundo, no tomar en cuenta esas expectativas sería deshonesto.
    Por el contrario, si estás destinado a un camino de miseria, para salir de esa profundidad,
    debes producir la energía para hacer eso.
    Pero...necesites o no trabajar para ello, la felicidad no siempre es algo bueno.
    Las partes buenas siempre son por las que debes pagar. Uno no puede evitar pagar lo que debe.

    Sensaciones y frutos.

    Esta situacion extraña de satisfacción, al darse cuenta uno de cada vez más cosas que antes no lograba comprender o realizar. Así me siento ahora. No sé por qué será, en este momento, y ahora...estaré madurando? Quién sabe. Uno no puede decir ciertas cosas de uno mismo, aunque las presienta, porque no queda bien. 
    Pero aunque tenga muchas cosas para hacer, aunque quiera ocuparme más de mi yo espiritual que del físico (y no pueda) siento que todo lo que estoy haciendo ahora va a tener sus frutos, porque cuando uno se esfuerza de verdad, obtiene lo que quiere. Cuando uno tiene en la mente que va a obtener lo que quiere y lo desea y se esfuerza fervientemente, todo puede pasar-eso dice la ley de atracción, y así lo creo yo también- y ahora estoy viendo, que aunque obtenga frutos físicos, al desearlos, también se obtienen frutos espirituales.

    Nueva encuesta!

    Nuevas respuestas.

    Reflexión del día:

    Antes de mirar hacia afuera, tenemos que conocer bien nuestro interior. Todos.

    Llorar siempre será bueno

    Llorar nos hace liberar adrenalina, una hormona que segregamos en situaciones de estrés, y noradrenalina, que actúa como neurotransmisor y tiene un efecto contrario al de la adrenalina. Cuando lloramos, eliminamos estas hormonas, lo que produce una sensación de desahogo y tranquilidad. Un ejemplo de esto es que, después de derramar algunas lágrimas, tanto niños como adultos se quedan dormidos.
    También  es la mejor válvula de escape para cualquier emoción intensa y que nos sobrepasa en un momento dado. Cuando rompemos a llorar, las emociones se liberan como si las hubiéramos tenido atrapadas en una olla a presión.

    El llanto es parte del aprendizaje y del desarrollo humano, pero conforme nos hacemos adultos prescindimos de las muy saludables lágrimas como "cosa de niños", nos las permitimos en muy pocas ocasiones, y sólo cuando nos es imposible tragárnoslas.
    El estrés, la tristeza, el dolor psíquico y físico, la alegría, los nervios, la angustia, la emoción, etcétera, etcétera, son sentimientos que podemos traducir en lágrimas. Cuando lo hacemos nos sentimos mucho mejor, pero si ahogamos el llanto sólo logramos aumentar la presión y el desequilibrio interior.
    Las lágrimas que no derramamos pueden enfermar el cuerpo y el alma, por eso hay que aprender a llorar de nuevo, algo muy difícil en sociedades en las que hacerlo es algo  que se hace muy pocas veces y preferentemente en privado.

    Fuente:  http://www.eluniversal.com.mx/articulos/49901.html