No entiendo por qué las peleas llegan hasta mí

Sé que la verdad que no es un tema que dé mucho que hablar, ni al que darle importancia, porque cuando le damos importancia a las cosas que nos hacen mal, somos nosotros mismos los que nos lastimamos, entonces, por qué hablo de esto? Porque simplemente no me gusta dejar de lado mi blog, y busco temas sobre los cuales reflexionar y un lugar para descargarme.
No me gusta pelear, pero me dí cuenta de que si las cosas que tengo para decir, no las digo, se me hace un nudo en el estómago, y eso repercute en mi salud (es en serio eh). Puede ser que empiece a estornudad por la alergia, que me empiece a doler el estómago, o que me duela la cabeza, todo eso cuando me algo problema por algo. Entonces ahí viene el drama: que no le tengo que contestar a mi queridísima madre, porque es una falta de respeto, que no puede ser que siempre quiera tener la última palabra, pero es así, no lo hago a propósito, no lo hago para pelear, ni para lastimar, soy así. Me doy cuenta de que lastimo (a veces) con las cosas que digo, pero me hago mal yo misma cuando me las guardo, entonces, ¿A quién tengo que proteger?
Lo raro es que esto, fuera de mi casa, no me pasa. Quiero decir, que me puedo guardar ciertas cosas...creo que es porque tengo más confianza con mi familia, y no tengo la valentía como para putearme con mis pares, puede ser. Pero sin embargo, sin que yo quiera pelear, la gente me sigue mentiendo en pleitos en los que no tengo nada que ver, entonces ¿Por qué? 
¿Será que estoy destinada a superar mi cobardía, a confiar más en la gente para decirle lo que pienso (de buena forma) y poder salir de este círculo vicioso? 
Debería, pero siento que no tengo tiempo ni para respirar.

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