Trabajo.

Bueno, ayer (más precisamente hoy) como todas las noches no pude dormir. Por qué? No tengo la más mínima idea y me viene pasando hace dos días, cosa que no me pone de muy buen humor. En esos momentos en los que estoy acostada en mi cama con los ojos cerrados tratando de tener un viaje astral me puse a pensar en todas las cosas que yo pensaba hacer a futuro dependiendo de mis hobbies y las edades por las cuales yo pasaba.

A los 6 años: Quería ser mamá. No me importaba que no fuera una profesión, pero yo soñaba con ser como mi vieja, tener hijos, un marido perfecto y quedarme en casa (haciendo qué? no sé).

Desde los 7 hasta los 11 años: No tenía idea de nada. No sabía que quería hacer. Disfrutaba de mi vida en la primaria, mientras escuchaba que otros querian ser abogados, médicos y desde entonces que esas dos profesiones no las toco ni con un palo.

A los 12 y 13 años: Tenista. QUERÍA SER TENISTA! Hacía apenas dos años que había empezado y por ese lapso de tiempo soñaba con estar en el WTA ser famosa y millonaria y competir a lo Gabriela Sabatini.

A los 14: Traductora de inglés. Una materia en la que siempre me fue bien fue ésa. Y un trabajo que nos da buenos ingresos es el traductorado. 1+1=2. Un día hablando con mi profesora de música y teatro yo le contaba que estaba súper estresada y me preguntó que iba a hacer en un futuro como profesión, cuando le cuento me dice: "es uno de los trabajos más estresantes; en realidad, el tercero en la lista mundial". No tengo ganas de estresarme gracias.

A los 15: Cantante ( no se rían). No se cómo pero se nota que las ilusiones de niña despreocupada de mi niñez volvieron por mi, y en algún lugar de mi ser tenía la esperanza de que si ponía todo mi empeño en aprender podría llegar alto.

Ahora: No sé. No tengo idea como a los 7 años. Y eso me preocupa. Siempre estuve obsesionada por saber qué iba a hacer con mi vida, no importa la edad que tenga, quiero tener mi futuro asegurado, o por lo menos no estar en los últimos meses de diciembre sin saberlo. NO QUIERO.
Me acuerdo cuando entraba en la secundaria (bah, un año antes cuando estaba en séptimo) que yo decía "ay no, ya entramos en la secundaria, voy a tener que empezar a decidir de qué voy a trabajar, y ay ay ay Dios." Bueno así me siento ahora, creo que no estoy pudiendo disfrutar de mi adolescencia por esto.