Digamosle adiós al amor por un tiempo.

Supongo que darme un golpe bien fuerte contra la pared fue lo que hizo que me diera cuenta, de que no muchas veces podemos retener un sentimiento falso dentro nuestro. Más allá de lo "falso", hablo de un sentimiento que era muy prematuro para llamarlo amor, y que a la vez ocupó un espacio en mi que se merecía toda mi atención. ¿Es que acaso voy a tener que aceptar, al fin y al cabo, que era una obsesión? Sé que este título entonces no tiene ningún sentido, pero que yo quería que ese sentimiento se transformara en algo tan importante, nunca dejó de ser verdad.
Ahora bien, estoy empezando a sentir a borbotones un sentimiento de libertad que hacía bastante que no disfrutaba como en estos momentos; así que:


"búsquenme, me encontrarán. En el país de la libertad"
.

No hay comentarios:

Publicar un comentario